miércoles, 4 de julio de 2012

Cazador de sueños

Empezaste con besos que me encendían como solo tú sabias hacerlo, el momento exacto en el que colocar tu mano en mi nuca y que empezara a sentir víboras en mi boca, para que más tarde yo abarcara tu cuello entre mis brazos, el punto exacto en el que morder mis lóbulos y comenzar a besar mi espalda. La precisión exacta con la que desabrochar hebillas, botones, broches, bajar cremalleras -recordando la textura de la tela- y dejar que la ley de gravedad se encargara de deslizarlo todo hacia abajo… en tu ilusión por llegar a ser algo mas que un arné lésbico.
Paseábamos por el parque adentrándonos poco a poco en el ojo del huracán de ancianas recordando su juventud con sus faldas de luto y sus piernas hinchadas como tus venas cuando yo recorría milímetro a milímetro cada palmo de tu escultura.

En poco tiempo la magia pareció esconderse bajo la nariz de Krusty
Nos hablan de príncipes azules y de andar a 3 metros sobre el cielo cuando en realidad andamos bajo tierra como topos que salen a buscar alimento a la superficie, cuando todos sabemos que abajo se vive mejor. Abajo, bien abajo, mas aún, un poquito mas… ahí, justo donde estas tu esparcido en diminutos trozos rotos de sarcófago, rotos como me dejaste a mi
Seguiste creando problemas químicos que no me sentaban bien- ilusa de mi que pensé que al menos los físicos los podrías resolver- empleando esa mirada perspicaz que nunca había sido de tu dominio,  perfilando el sarcasmo de tu sonrisa…
Terminaste desdeñando las erecciones que aparecían con mis besos en paseos de domingo que acababan en una bulimia sexual al mismo tiempo que yo calculaba la presión exacta que debería ejercer para destrozar el barniz de tu coche con algún objeto cortante

Ahora odio recordar como después de algunas penetraciones me quedaba embobada mirando las estrellas a través de la ventanilla mientras acariciaba tu pelo con una mano y  con un cigarrillo en la otra a la vez que tu hablabas de no sé que día de no sé que mes de no sé que año en el que creías amarme.
Ahí reparé en que no quería ser una parada mas sino un destino en el intuía que no aparecías como tripulante.

Pero únicamente este es un recuerdo más de los cientos que quedaran pendidos de algún mechón del cepillo que guardas en la guantera, de algunos de los  hilos de color naranja tejidos alrededor del atrapasueños del retrovisor o bajo el sombrero del duende verde que cuelga a su lado. Recuerdos que, como bien dije, terminaran por roer los ratones sino es que ya lo has hecho tu con tus propios colmillos, los mismo con los que bordaste el desenlace de este libro




martes, 3 de julio de 2012

20 primaveras

Y te acostarás con la soledad que se siente al no haber recibido una felicitación a las doce. Despertarás con miedo de mirar el móvil y no encontrar nada. Tomarás el café diario de las 4 al mismo tiempo que espero ver algún desastre en televisión con tu imagen de fondo. Pasarás el día sin abrir regalos, tan solo abrirás algunos condones nostálgicos a la vez que yo deshojo margaritas sin llegar al ultimo pétalo empujado por la evidencia de la falta de amor. A la noche barrerás la barra del bar pidiendo dos copas, insinuando que esperas a alguien, para  no sentirte solo. Al final de la noche acabarás bebiendo por dos, tú que nunca has entendido el significado de tal numero. Lo mas divertido será como pasas la yema de tu dedo índice por el borde de la copa mientras imaginas cosas, tal vez recordando aquel 3 de julio en el que solo hacia falta descolgar un teléfono, pedirme que te enseñara el significado de los números pares y que así la tradición de pedir un deseo antes de soplar las velas tuviera sentido. Pedir un año mas, ya no sé si será conmigo. Lastima que tu solito, tras varias eyaculaciones olvidases que dos es igual a uno y que no caben tres.
Yo por mi parte ya había pensado diferentes maneras de atentar contra la vida de aquel domingo y en este instante se me ocurren otras tantas para atentar contra la vida de este martes que te recuerda que sigo aquí donde dejaste los puñales despuntados. Quizás no me encuentre recordando la misma fecha pero no rechazo la felicidad del 17 de octubre, ni el amor del 14 de febrero, ni las sorpresas del 17 de mayo, ni la venganza en agosto…
Caminarás por calles desiertas deslizando tus dedos entre barrotes de las ventanas de ciertos hogares donde descansan familias que en unos días saldrán de vacaciones, puertas que no te llevarán a ninguna custodia compartida con mis labios. Al mismo tiempo yo repasaré la textura de los asientos de algún coche conducido por aguas que se dejan arrastrar por corrientes de dudosa reputación.
Volverás a casa sintiéndote extraño al no encontrar ningún sujetador colgando del espejo retrovisor, ninguna mano resbalándose por el cristal, ninguna espalda apoyándose en el volante haciendo sonar, por accidente, el coche. Mientras tanto yo me quemaré los labios con cigarrillos de liar sin saber si me jode mas cumplir años sin ti o que cumplas años sin mí.
Y te acostarás con la soledad que se siente al no haber recibido una felicitación a las once y cincuenta y nueve.

lunes, 2 de julio de 2012

Tus pecados capitales

No pretendo adentrar a nadie en la moral cristiana  pero…

Pecaste de lujuria, por querer poseerme a mí y andar entre otras piernas, recorriendo otra espalda, embistiendo otro somier y desnudando otro colchón
Pecaste de gula visitando hoteles, no recuerdo bien de cuantas estrellas, seguro que pensiones de mala muerte, pero visitaste muchos. Hambre de otra saliva que acababa dejándote indiferente a diferencia de la mía. Lugares en los que no pudiste comprar amor, igual que no lograste alquilar mi alegría.
Pecaste de avaricia que derivó en una deslealtad desconsiderada y su consiguiente colección de floreros escondidos. Ataste mis manos y acabaste con el estomago vacío, como tu.
Pecaste de pereza olvidando la razón por la que siempre te había encantado calentar mi pasión. Podrás inflarte a follar pero tardaras en volver a saber lo que es hacer el amor.
Pecaste de ira, y lo sigues haciendo. Has amado la venganza más que a mi en mucho tiempo.
Creyendo que yo había pecado de lujuria alguna vez, pecaste de envidia. Mataste otros abrazos, otros brazos…Provocaste mi propio homicidio
Y por tu adorable soberbia te has quedado solo contigo. Y pecando yo también del pecado original te recuerdo que nos veremos en el purgatorio, no sin antes decirte que aunque pidas perdón no obtendrás absolución.
No pretendo adentrar a nadie en la moral cristiana pero…

No habrá juez

Orgullo de saber que aun cuando ya no me ames tampoco me olvidaras, y de hacerte saber que tu mirada estrábica ya no será la destinataria de mis cartas
Elegiste a la manzana en el Edén y perdona pero todo no se puede tener. Aunque mientas no me conseguirás engañar con tu falsa fachada de roca primitiva.
Tapiaré el cajón de mis desastres, limpiaré mi techo de telarañas, apagaré la luz que encendías para hacerme tropezar y cerrare mi maleta con todo lo que no me hace falta para seguir caminando. Pero no habrá juez que imparta justicia por el mismo andén; condenados a ser dos completos desconocidos
Tú, el principal sospechoso, imputado en el caso de las sabanas frías: condenado a una vida sin amor, a abrazos sin sentimiento, a palabras sin verdad, a ganas sin fuerza…
Yo, la principal sospechosa, imputada en el caso de las mentiras por despecho: condenada a folios en blanco

Te lo has llevado todo...todo. Has dejado vacío y a mi sin nada

Sigo soñando con despertar y saber que nada de lo que esta pasando es real. Ya no se como llamar a esta obsesión mía, si llamarla culpabilidad, añoranza, idiotez, debilidad…o si tal vez masoquismo seria una buena manera de llamarlo. Solo se que eres el culpable de mi odiosa bipolaridad, de que esta noche me encuentre aquí en esta habitación a oscuras, escuchando música que no me hace ningún bien y tecleando un puto ordenador, creyendo desahogarme como si fuese un camarero que me ofrece una copa, a las 2 de la mañana. Me parece increíble, después de todo el daño, despertarme esperando que algún día puedas mandarme un mensaje con un: “tenemos que hablar” o una llamada acompañada de alguna que otra disculpa. Hoy solo le doy vueltas a la frase de un amigo: “Las heridas son más pequeñas cuanto menos tiempo pasa” y si, tal vez lleva razón… lleva razón, la lleva. Primero te quedas como quien escucha una noticia y no sabe si creérsela, después llega la rabia, mas tarde el odio, después te vas dando cuenta que es así, que ha pasado, y esperas a que llegue la indiferencia, esa puñetera indiferencia que a veces se retrasa y me cuesta verme a las 12 de la noche andando hacia mi casa, como si el carro de caballos se fuese a convertir en calabaza por esperar un minuto mas. Me gusta hacerme la dura acompañada de algunos bajones de vez en cuando. Cada vez que paso por allí me doy cuenta de que no estas esperándome mientras respiras fuego, y que aunque no quería que cayeras y te hicieras mil pedazos, tarde o temprano lo harás. Se que no te mereces ni una de las palabras que escribo ahora pero me da pena que nuestra canción se rayara justo en el comienzo del estribillo. Hoy no tengo ganas de reprocharte, de maldecirte, de odiarte, solo tengo ganas de preguntarte porque todo ha acabado así, como has podido hacerme esto e irte así, con tu orgullo. Podría escribirte mil refranes, mil insultos, citarte numerosas frases para hacerte sentir aun más desgraciado de lo que ya puedas ser, pero no me quedan ganas ni de eso, ni ganas, ni fuerza, nada… Lo mismo que tú me has dado, lo mismo que tú me has dejado…nada.  Se que las hienas que esperaban detrás de nuestra placida llanura no dejaran de mi ni las suelas de los zapatos, y que tu las ayudaras, pero aun así no te odio. Siento que has tratado cargar a mis contracturas con toda la tristeza, pero aun así no te odio. Solo  quiero que sepas que no escribo esto para que te des cuenta de lo que has perdido, sino para que algún día recuerdes lo que tenias.

Ahora que ya no estas...

Antes que nada, gracias. Si, gracias, oyes bien. Gracias por quererme tanto, gracias por demostrarlo cada día
, por pensar solo en mi.Enhorabuena por tu perfecto guión. Aun recuerdo el ultimo dia que dijiste que me querias, justo dos dias antes de que cerrara por ultima vez la puerta del picadero. Bonita tosca ironia la tuya, ¿verdad cariño? Y mientras desgarro camisetas entre olor a madera quemada siento haber dejado de ser tu preciosa meretriz.Mi vida, te deseo todo lo mejor. Deseo que necesites volver a mirarte en mis ojos, que mi olor no desaparezca de tu almohada, que recuerdes cada noche mi espalda curvandose sobre tus nalgas,mis dedos recorriendo tu espalda y mi aliento en tu cuello,  que eches de menos mi risa entre los asientos, que escuches mi voz entre cada canción, que veas mi letra dibujada en el vaho de los cristales de aquel maldito coche, que con cada triste orgasmo creas morder mis labios, que te fumes con tu ego el cigarrito de despues.Y ahora, mientras me fumo uno a tu salud, se que me olvidaras en cualquier parque aspirando anestesicos, que me dejaras... pero tus recuerdos ya huelen a crisantemo y ya no me da miedo que bordes otros lazos que terminaras por pudrir igual que el broque de aquel sujetador que quedó sobre tu cama.Hoy ya me conozco todas tus falacias, ya se el porqué de tu recelo, y es que se cree el ladrón... ¿Verdad mi amor?