20 primaveras
Y
te acostarás con la soledad que se siente al no haber recibido una felicitación
a las doce. Despertarás con miedo de mirar el móvil y no encontrar nada. Tomarás
el café diario de las 4 al mismo tiempo que espero ver algún desastre en televisión
con tu imagen de fondo. Pasarás el día sin abrir regalos, tan solo abrirás
algunos condones nostálgicos a la vez que yo deshojo margaritas sin llegar al
ultimo pétalo empujado por la evidencia de la falta de amor. A la noche
barrerás la barra del bar pidiendo dos copas, insinuando que esperas a alguien,
para no sentirte solo. Al final de la
noche acabarás bebiendo por dos, tú que nunca has entendido el significado de
tal numero. Lo mas divertido será como pasas la yema de tu dedo índice por el
borde de la copa mientras imaginas cosas, tal vez recordando aquel 3 de julio
en el que solo hacia falta descolgar un teléfono, pedirme que te enseñara el significado
de los números pares y que así la tradición de pedir un deseo antes de soplar las
velas tuviera sentido. Pedir un año mas, ya no sé si será conmigo. Lastima que
tu solito, tras varias eyaculaciones olvidases que dos es igual a uno y que no
caben tres.
Yo
por mi parte ya había pensado diferentes maneras de atentar contra la vida de
aquel domingo y en este instante se me ocurren otras tantas para atentar contra
la vida de este martes que te recuerda que sigo aquí donde dejaste los puñales
despuntados. Quizás no me encuentre recordando la misma fecha pero no rechazo
la felicidad del 17 de octubre, ni el amor del 14 de febrero, ni las sorpresas
del 17 de mayo, ni la venganza en agosto…
Caminarás
por calles desiertas deslizando tus dedos entre barrotes de las ventanas de
ciertos hogares donde descansan familias que en unos días saldrán de
vacaciones, puertas que no te llevarán a ninguna custodia compartida con mis labios.
Al mismo tiempo yo repasaré la textura de los asientos de algún coche conducido
por aguas que se dejan arrastrar por corrientes de dudosa reputación.
Volverás
a casa sintiéndote extraño al no encontrar ningún sujetador colgando del espejo
retrovisor, ninguna mano resbalándose por el cristal, ninguna espalda apoyándose
en el volante haciendo sonar, por accidente, el coche. Mientras tanto yo me
quemaré los labios con cigarrillos de liar sin saber si me jode mas cumplir
años sin ti o que cumplas años sin mí.
Y
te acostarás con la soledad que se siente al no haber recibido una felicitación
a las once y cincuenta y nueve.
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